Una clave de acceso con longitud adecuada y complejidad media/alta es fundamental para hacer casi imposible, o por lo menos más difícil, que sea descubierta.
El cálculo del tiempo necesario para crackear una contraseña varía atendiendo a distintos elementos, como la longitud, los caracteres, el poder de procesamiento o las técnicas de ataque empleadas, entre otros, aunque es complicado realizar esta estimación, la empresa de ciberseguridad Hive Systems, realiza un estudio que tiene como resultado la siguiente tabla:
Estudio realizado por hivesystems.io
La primera columna muestra el número de caracteres de la contraseña, las siguientes columnas van aumentando la variedad del tipo de caracteres utilizados en la misma, desde únicamente números o letras, hasta las más robustas, que se complementan con símbolos y diferencian letras mayúsculas y minúsculas.
Por último, categoriza por colores el tiempo que se tardaría en obtener la contraseña, desde el morado que sería descubierta de forma instantánea hasta el verde, las más complejas que se demoraría millones de años.
Los métodos más utilizados por los ciberdelincuentes, para descifrar contraseñas son:
Ataques de fuerza bruta
Basándose en la táctica, prueba y error. Combinan datos personales del usuario con múltiples caracteres hasta que consiguen el patrón correcto.
Ataques de diccionario
Valiéndose de un software especializado. Realizan combinaciones de forma automática, desde las más sencillas hasta las más complicadas.
Consejos para aumentar la seguridad de nuestra contraseña.
Ahora que ya sabemos el tiempo que tardan en descubrir nuestras contraseñas y las formas en las que lo hacen, vamos a ver buenas prácticas para crear una contraseña robusta.
- Mínimo 12 caracteres: Como hemos visto en la tabla anterior a partir de 12 caracteres ya no se puede averiguar una contraseña de forma instantánea.
- Ni tu nada: No uses tus datos personales o información relacionada contigo o darás al ciberdelincuente una pista por dónde empezar a descifrar
- Mayúsculas, Minúsculas, número y símbolos: Cuanta más variedad, más combinaciones posibles.
- Fácil de recordar para ti, difícil de adivinar para otros: Utiliza reglas mnemotécnicas que sólo tú sepas y te ayude a recordar.
- Nunca guardar la contraseña en navegadores públicos: No debería estar apuntada en ningún lugar, pero si te falla la memoria usa bóvedas de contraseñas.
- Una única contraseña para cada aplicación: Así, si una contraseña está comprometida, el resto seguirán seguras.
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